Música "Evangélica" en la Iglesia Adventista, y al final el pastor dice que las doctrinas no importan

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https://youtu.be/1kKTuKJ7GNU

LoÚltimo, ¡Primeras imágenes! Inicia el «mega concierto» de Lilly Goodman en las instalaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Forest City, ubicada en la localidad de Orlando, Florida (EEUU). Noticias, Música, Iglesia Adventista, Forest City, Orlando Florida, Concierto, Lilly Goodman, Artista Cristiana, Insólito, Templo, Baluarte, Nota Informativa, Redacción por Jonathan Tobías, Editor de Baluarte

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Dios nos bendiga en el NOMBRE DE CRISTO AMEN

Cada uno tiene libre albedrío de hacer lo que quiera, hasta que pisa los pies de DIOS

Si Dios a la Iglesia Adventista le dio cómo hacer música en el libro La Música de Elena White su profeta, ¿por qué entonces meter música totalmente con audio del mundo? Si yo fuera a una fiesta a escuchar a Marc Anthony, qué gusto, voy si tengo dinero y escucho Vivir Mi Vida lalalala, haha; pero SI DIOS MISMO ME PONE QUÉ MUSICA LE GUSTA A ÉL, ¿CÓMO SOY DESCARADO PARA NO ESCUCHAR A DIOS? ¿QUIERO AGRADAR A DIOS O A LILLY GOODMAN?

A mí me puede gustar de repente una música de Eminem, tengo libre albedrío, ¿pero voy a adorar a DIOS con esa música porque a mí me gusta [en caso de que aún me guste]? El Señor pone por escrito cómo quiere ser adorado

Incluso me puede gustar la musica de Lilly Goodman aunque suena como la música de Diego Torres Color Esperanza, que en mi tiempo libre si quiero escucho, pero si a la Iglesia Adventista DIOS le comunica expresa y amablemente cómo quiere la música, ¿por qué entonces no hacer caso? ¿Quién es este Pastor Joel Barrios?

La Música, libro por Elena White:
—Música religiosa transformada en una trampa de Satanás
[...] El Señor me ha mostrado que volverían a ocurrir [cosas extrañas que habían sucedido en Indiana] justamente antes de la terminación del tiempo de gracia. Se manifestarán toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de los seres racionales quedará confundido de tal manera, que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma.—Mensajes Selectos 2:41.

El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo. Es mejor no mezclar nunca el culto a Dios con música, que utilizar instrumentos musicales para realizar la obra que en enero pasado se me mostró que tendría lugar en nuestras reuniones de reavivamiento. La verdad para este tiempo no necesita nada de eso para convertir a las almas. El ruido desconcertante aturde los sentidos y desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, con lo cual resulta un carnaval, y a esto se lo denomina la obra del Espíritu Santo.[...] No debería estimularse esta clase de culto. Este mismo género de influencia advino después de cumplida la fecha de 1844. Ocurrieron las mismas representaciones. Los hombres se agitaron y fueron estimulados por un poder que pensaban era el poder de Dios.—Carta 132, 1900; Mensajes Selectos 2:41, 42.

Música aceptable si fuera “dirigida debidamente”, convertida en la trampa de Satanás
El Espíritu Santo no tiene nada que ver con ese desorden perturbador y esa barahúnda que me fueron mostrados en enero pasado. Satanás trabaja en medio del estruendo y de la confusión producida por esa clase de música, la cual, si fuera dirigida debidamente, serviría para alabar y glorificar a Dios. El diablo hace que tenga el mismo efecto que la mordedura ponzoñosa de la serpiente.

Las cosas que han ocurrido en el pasado también acontecerán en el futuro. Satanás convertirá la música en una trampa, debido a la forma en que es dirigida. Dios exhorta a su pueblo, que tiene la luz ante sí en la Palabra y los testimonios, a que lea y considere, y luego que obedezca. Se han dado instrucciones claras y definidas a fin de que todos comprendan. Pero la comezón que experimentan ciertas personas por originar alguna cosa nueva, determina el surgimiento de doctrinas extrañas y destruye en gran medida la influencia de aquellos que podrían ser un poder para realizar el bien, si mantuvieran firme su confianza en la verdad que el Señor les ha dado. Carta 132, 1900; Mensajes Selectos 2:43. (Énfasis añadido.)

Estas personas [en Indiana] fueron arrastradas por un engaño espiritista.—El Evangelismo, 432.

El ruido no es evidencia de la santificación
El Señor me ha indicado que este movimiento de Indiana es del mismo carácter que han tenido los movimientos en los años pasados. En vuestras reuniones religiosas ha habido contorsiones físicas similares a las que he presenciado en relación con aquellos movimientos del pasado.[...] Había mucha excitación, con ruidos y confusión. No era posible captar claramente lo que estaba ocurriendo. Algunos parecían estar en visión y caían al suelo. Otros saltaban, danzaban y gritaban [...]. La forma en que se han celebrado las reuniones en Indiana, con ruido y confusión, no las recomienda a las mentes concienzudas e inteligentes. Estas demostraciones no contienen nada capaz de convencer al mundo de que poseemos la verdad. El ruido y el alboroto, en sí mismos, no constituyen ninguna evidencia en favor de la santificación, o del descenso del Espíritu Santo. Vuestras demostraciones extravagantes crean únicamente disgusto en las mentes de los no creyentes. Cuanto menos haya de esta clase de demostraciones, tanto mejor será para los participantes y para el pueblo en general.[...] Surgirán muchos movimientos semejantes en este tiempo, cuando la obra del Señor debería estar en una condición elevada y pura, y no adulterada con supersticiones y fábulas. Debemos estar en guardia, a fin de mantener una estrecha comunión con Cristo y para no ser engañados por las artimañas de Satanás.

El Señor quiere que sus servicios se caractericen por el orden y la disciplina, y no por la agitación y la confusión. No estamos ahora en condiciones de describir con exactitud las escenas que ocurrirán en nuestro mundo en el futuro, pero sí sabemos que este es un tiempo cuando debemos velar y orar, porque el gran día del Señor está cercano. Satanás está reuniendo sus fuerzas. Necesitamos ser precavidos y permanecer serenos, y contemplar las verdades de la Revelación. La agitación no favorece el crecimiento en la gracia que conduce a la verdadera pureza y santificación del espíritu.[...] Dios exhorta a su pueblo a que ande con sobriedad y con santa compatibilidad con los principios. Deberían tener mucho cuidado de no desfigurar ni deshonrar las santas doctrinas de la verdad mediante actuaciones extrañas, confusión y alboroto. Cuando ocurren estas manifestaciones, los no creyentes son llevados a pensar que los adventistas del séptimo día constituyen un conjunto de fanáticos. Así se crea una situación de prejuicio que impide que las almas reciban el mensaje para este tiempo. Cuando los creyentes proclaman la verdad como está ejemplificada en Jesús, manifiestan una calma santa y serena, y no una tormenta de confusión.—General Conference Bulletin, 23 de abril de 1901; Mensajes Selectos 2:38-41.

Hacer música adventista significa elegir lo mejor y, sobre todo, acercarnos a nuestro Creador y Señor para glorificarlo. Enfrentemos el desafío de tener una visión musical alternativa viable y, como parte de nuestro mensaje profético, hacer una contribución musical adventista distintiva como un testimonio al mundo respecto de un pueblo que espera el pronto regreso de Cristo.

1. El músico

1. Debe cultivar una vida de devoción, a la altura de un cristiano auténtico, basada en la práctica regular de la oración y la lectura de la Biblia.
2. Necesita expresar su encuentro personal con Cristo por medio de la música.
3. Debe, en consecuencia, tratar a la música como una oración o un sermón, preparándose espiritualmente para cada presentación.—El Evangelismo, 371, 372.

4. Debe representar correctamente los principios de la iglesia en su vida y reflejar el mensaje de la música que presenta, edita o compone.
5. Debe estar en armonía con los principios de la iglesia, viviendo los principios de la mayordomía cristiana y siendo miembro activo de una iglesia local.
6. Necesita desarrollar el arte, en todas sus actividades, como un ministerio. No resaltar su imagen personal, sino el mensaje que será transmitido.
7. Cuida su apariencia personal, para reflejar el patrón de modestia y decencia presentado por la Biblia.
8. Canta con entonación clara, pronunciación correcta y articulación distinta.—Obreros Evangélicos, 370.

9. Evita todo lo que pueda apartar la atención del mensaje de la música, como gesticulación excesiva y extravagante, y orgullo en la presentación.—El Evangelismo, 365.

10. Evita la amplificación exagerada, tanto vocal como instrumental, en sus presentaciones.
11. Evita el uso de tonos estridentes, distorsiones vocales o instrumentales, así como también el estilo de los cantantes populares.
12. Respeta el ambiente de la iglesia y las horas del sábado al vender sus materiales.
13. Debe recibir orientación y apoyo espiritual por parte del liderazgo del Ministerio de la Música, los líderes de la iglesia y el pastor local.

2. La música

1. Glorifica a Dios y ayuda a los oyentes a adorarlo de manera aceptable.
2. Debe ser compatible con el mensaje, manteniendo el equilibrio entre el ritmo, la melodía y la armonía. 1 Crónicas 25:1, 6, 7.
3. Debe armonizar la letra con la melodía, sin mezclar lo sagrado con lo profano.
4. No sigue tendencias que abren la mente hacia pensamientos impuros, que llevan a comportamientos pecaminosos o que destruyen el aprecio por lo que es santo y puro. “La música secular o aquella que sea de naturaleza dudosa o cuestionable nunca debiera introducirse en nuestros cultos”.—Manual de la iglesia, 74.

5. No se deja guiar solo por el gusto y la experiencia personales. Los hábitos y la cultura no son guías suficientes en la elección de la música. “En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran inapropiados para el servicio de culto en la casa de Dios. Las notas prolongadas y los sonidos peculiares, tan comunes en el canto de ópera, no agradan a los ángeles. Estos se complacen en oír los sencillos cantos de alabanza expresados en un tono natural”.—El Evangelismo, 372.

6. No debe rebajarse con el fin de obtener conversos, sino que debe elevar al pecador hacia Dios. El Evangelismo, 105.

Elena de White dice que se volverá a escuchar, justo antes de la terminación del tiempo de gracia, “[...] vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera, que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a eso consideran como la actuación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Eso constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo”.—Mensajes Selectos 2:41.

7. Provoca una reacción positiva y saludable en quienes la oyen.

3. La letra

1. Debe ser de fácil comprensión y estar en armonía con las enseñanzas de la Biblia.
2. Debe tener valor literario y teológico consistente. No usar letras livianas, vagas y sentimentales, que apelen solo a las emociones.
3. No debe ser superada por los arreglos o los instrumentos de acompañamiento.
4. Debe mantener el equilibrio entre himnos dirigidos a Dios y cánticos que contienen peticiones, llamados, enseñanzas, testimonios, amonestaciones y ánimo. Colosenses 3:16; Efesios 5:19.
5. No debe presentarse en otro idioma que no sea el local, para que pueda ser comprendida y los oyentes sean edificados.

4. La alabanza de la congregación

1. Debe ser más valorada, porque por medio de ella toda la iglesia participa. “No siempre unas pocas personas deben hacerse cargo del canto. Tan a menudo como sea posible, hay que hacer participar a toda la congregación”. Testimonios para la Iglesia 9:116.

Los momentos de alabanza de la congregación:
a. Involucran la participación de todos en el culto.
b. Armonizan el corazón del hombre con Dios.
c. Ejercen una influencia unificadora del pueblo de Dios en un solo pensamiento.
d. Dan oportunidad para expresar las emociones y los sentimientos personales.
e. Fortalecen el carácter.
f. Tienen gran valor educativo.
g. Resaltan un buen principio de mayordomía, al desarrollar un talento dado por Dios.
h. Dirigen al oyente hacia Cristo.
2. No debe ser usada para llenar espacios vacíos, o un imprevisto. Debe estar incluida dentro de cualquier culto o programa, en un momento especial, valorando su importancia.
3. No debe ser realizada de manera fría, automática o con falta de preparación. Los himnos que serán cantados y el mensaje que será expuesto deben estar unidos entre sí, fruto de la planificación y de la cuidadosa organización entre los líderes y el Ministerio de la Música.—Joyas de los Testimonios 1:458.

4. Siempre y cuando sea posible, el ministro de la alabanza debe ocupar un lugar en la plataforma, como uno de los participantes en el culto de adoración.
5. Deben ser estimulados grupos musicales que involucren a una buena cantidad de personas. “[...] Muy pocas veces convendrá que los cantos sean ofrecidos por unos pocos”.—Consejos sobre la Salud, 481.

6. Debe haber cuidado especial para no usar músicas que apenas agraden a los sentidos, tengan conexión con lo carismático o den prioridad al ritmo.

5. Los instrumentos

1. Los instrumentistas de la iglesia siempre deben ser estimulados a participar de los cultos de adoración, con instrumentos en vivo.

Hablando del canto, Elena de White recomienda: “[...] Acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra”.—El Evangelismo, 370.

2. Debe haber mucho cuidado al utilizar instrumentos asociados con la música popular y folclórica, o que necesiten amplificación exagerada. Cuando son mal utilizados, hacen competencia al mensaje de la música y lo debilitan.
3. El uso de play-backs para Números especiales debe ser alternativo. Deben ser usados de manera equilibrada, siempre en apoyo al canto de la congregación.
4. Los instrumentos deben ocupar su papel de acompañamiento, dando prioridad al mensaje. “La voz humana que canta la música de Dios con un corazón lleno de gratitud y agradecimiento, es para él mucho más agradable que la melodía de todos los instrumentos musicales que han sido inventados por manos humanas”.—El Evangelismo, 369.

5. Debe tener prioridad—antes que las orquestas, las bandas y otros grupos—la presentación de música que esté dentro de las recomendaciones de la iglesia y que edifique a los oyentes.

6. Las producciones musicales

1. Deben caracterizarse por resaltar nuestro mensaje distintivo.
2. Los compositores, los arregladores, los productores y los directores deben dar prioridad, valorar y trabajar con músicos que estén comprometidos con los principios musicales de la iglesia.
3. Las producciones musicales de las instituciones adventistas deben ser referencias de los valores musicales de la iglesia.
4. Se debe prestar atención y cuidado especial a las producciones vendidas en locales de propiedad de la iglesia, para que reflejen nuestros valores musicales.
5. La música presentada en las estaciones de radio y los canales de televisión que son propiedad de la iglesia, también debe reflejar nuestros valores musicales. Ella posee una gran influencia, forma la cultura musical de la iglesia, y llega a ser una referencia musical de la iglesia para los oyentes y los telespectadores.

7. La educación musical

1. Debe considerarse la posibilidad de apoyar a los niños en su entrenamiento musical, con el fin de preparar a futuros músicos que servirán en la iglesia. Este apoyo podrá ser dado por medio de maestros de música de la propia iglesia, o patrocinar clases de música para algún interesado.
2. La música debe ser valorada y bien trabajada en los hogares cristianos. La instrucción y la formación de un gusto musical saludable debe comenzar temprano en la vida de los niños. Los padres deben conversar, orientar y ser un modelo positivo para sus hijos al escoger con sabiduría la música que será escuchada en casa.
3. La educación adventista debe estimular a los alumnos en el aprendizaje de instrumentos musicales, lectura de partituras y canto vocal en coros o grupos.
4. En todas las instituciones educativas adventistas, las presentaciones musicales deben estar en armonía con las directrices de la iglesia. Esto se aplica tanto a los talentos locales como a artistas y grupos visitantes, y también al uso de los medios de comunicación para entretenimientos (películas y otros) patrocinados oficialmente por la institución.

8. La administración de la música en la iglesia

1. Cada iglesia debe tener su comisión de música debidamente organizada y que mantenga reuniones regulares. La administración del Ministerio de la Música no debe estar en manos de una sola persona.
2. Deben realizarse charlas, sermones, seminarios o festivales de alabanza que involucren a cantantes o grupos, y fortalezcan el compromiso con la iglesia y sus principios musicales.
3. El liderazgo de la iglesia debe animar a sus miembros a desarrollar sus talentos musicales, al establecer un coro, un cuarteto, un grupo musical, una orquesta o fortalecer un talento individual.
4. La iglesia debe, dentro de lo posible, tratar de adquirir algún instrumento musical propio para fortalecer la alabanza y la formación musical.
5. La comisión directiva del Ministerio de la Música debe organizar y preparar música especial, y elegir un responsable de la alabanza de la congregación para todos los cultos de la iglesia.
6. La salida o la recepción de grupos musicales o cantantes debe tener una recomendación oficial de la iglesia de la que son miembros. Esta actitud valora a los buenos músicos y da seguridad a la iglesia.
7. La música no debe ser motivo de discusiones o actitudes radicales. La búsqueda del modelo divino debe ser guiada por el amor y la oración, y no por la imposición.

9. La música en la evangelización

1. Toda presentación musical debe contener, siempre y cuando sea posible, un mensaje bíblico y un llamado u ofrecimiento de un curso bíblico a quienes aún no estén bautizados, tratando de llevarlos a Jesús.
2. Los grupos musicales y los cantantes deben buscar maneras de actuar directamente, y de forma sistemática, en las campañas misioneras y evangelizadoras de la iglesia; o desarrollar sus propios proyectos para cumplir la misión.

10. La música en el culto

1. Dentro del culto y la adoración a Dios, la música debe ocupar un lugar tan especial como la oración y el mensaje de la Biblia. La música es un sacrificio de alabanza, un medio de promover el crecimiento espiritual, de glorificar a Dios y de dirigir al oyente hacia él.
2. El mensaje musical especial y la alabanza de la congregación deben estar en armonía con el mensaje bíblico que será presentado. Eso fortalece su impacto.
3. La música para el culto debe tener belleza, majestad y poder.—Joyas de los Testimonios 1:458.

4. La música debe ser escogida de manera específica para cada ambiente, programa o culto de la iglesia. “Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres, y, con todo, melodías solemnes”.—El Evangelismo, 370.

11. El equipo de audio y vídeo

1. Debe trabajar, en sociedad con el Ministerio de la Música, en la planificación y la organización del programa musical de la iglesia.
2. Mantendrá los principios presentados en este documento, especialmente en lo que se refiere al uso de materiales sonoros y visuales en la adoración, la alabanza y la liturgia.
3. Ofrecerá apoyo técnico a los cantantes, músicos, grupos vocales e instrumentales, antes y durante las presentaciones, con el objetivo de tener una buena calidad en la adoración y la alabanza.

12. La música secular

1. Los principios de elección musical deben servir tanto para la música “sacra” como para la “secular”. En ningún momento dejamos de ser hijos e hijas de Dios que tratan de glorificarlo en todas las cosas. Siempre escogeremos solo lo mejor.
2. La elección de la música “secular” debe estar caracterizada por un equilibrio saludable en los elementos del ritmo, la melodía y la armonía, con una letra que exprese ideales de gran valor.
3. Debe haber cuidado especial en la elección de la música en programas especiales dentro de la iglesia, tales como: ceremonias de matrimonio, cultos de acción de gracias, seminarios y otros.

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Con estos principios, ¿seguiré yo qué camino? Dios me establece cómo desea ser adorado, ¿quiero complacerme a mí o a mi BUEN REY SANTO PADRE MIO MI DIOS?

Como Adventista, Dios me muestra qué música desea

Dios nos bendiga en el NOMBRE DE CRISTO JESUS AMEN MI SEÑOR



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